viernes, 10 de febrero de 2012

Homo Sapiens.

¡Hola! Somos Angie, Miriam y Patricia de 1ºB de Bachillerato del IES Monte Castelo y este es nuestro trabajo de Filosofía, en el cual hablaremos sobre el Homo sapiens.

  El Homo sapiens es el actual ser humano, pertenece a la familia de los homínidos y su nombre significa “Hombre Sabio”. Actualmente es la única especia conocida con el género “Homo”. Anteriormente se utilizaba el término “Homo sapiens sapiens” pero, tras descartarse el nexo filogenético entre el neandertal y la actual humanidad, ha pasado a usarse exclusivamente el nombre binomial (Homo sapiens).
El ser humano prácticamente desconoce los alcances y destino de su propia especie. Filosóficamente, el ser humano se ha definido y redefinido a sí mismo de numerosas maneras a través de la historia, otorgándose de esta manera un propósito positivo o negativo respecto a su propia existencia. Existen diversos sistemas religiosos e ideales filosóficos que, de acuerdo a una diversa gama de culturas e ideales individuales, tienen como propósito y función responder algunas de esas interrogantes existenciales. Los seres humanos tienen la capacidad de ser conscientes de sí mismos, así como de su pasado; saben que tienen el poder de planear, transformar y realizar proyectos de diversos tipos. En función a esta capacidad, han creado diversos códigos morales y dogmas orientados directamente al manejo de estas capacidades. Además, pueden estar conscientes de responsabilidades y peligros provenientes de la naturaleza, así como de otros seres humanos.
A continuación trataremos los siguientes aspectos esenciales de nuestra especie:

Cuerpo humano: 
  
 Poseemos un alto nivel de complejidad, pues cada órgano, tejido, aparato y sistema, está interrelacionado, lo que lo mantiene en funcionamiento.
En cuanto a su locomoción y movimiento, es uno de los más plásticos del reino animal, pues existe una amplia gama de movimientos posibles, lo que le capacita para actividades como el arte escénico y la danza, el deporte y un sinnúmero de actividades cotidianas. Asimismo destaca la habilidad de manipulación, gracias a los pulgares oponibles, que le facilitan la fabricación y uso de instrumentos.
La especie humana posee un notorio dimorfismo sexual en el nivel anatómico.

Mente:
 
 La mente se refiere colectivamente a aspectos del entendimiento y conciencia que son combinación de capacidades como el raciocinio, la percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad. La mente, para los materialistas, es un resultado de la actividad del cerebro. El término pensamiento define todos los productos que la mente puede generar incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc.
El avanzado nivel de nuestra mente nos permite inventar, aprender y utilizar estructuras linguísticas complejas, matemáticas, escritura, ciencia, tecnología. Somos entes sociales, capaces de concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstractos. 


 Alimentación:

   El Homo sapiens es omnívoro, se caracteriza por poder consumir productos de alto contenido en almidón y se diferencia del resto de seres vivos por dos motivos:
  • Somos los únicos que cocinamos la comida antes de consumirla.
  • Somos los únicos capaces de producir nuestros propios alimentos, primero a través de la agricultura y la ganadería y, en la actualidad, también a través de la ciencia.

    Ciclo vital:

      La especie humana es entre los animales pluricelulares actuales una de las más longevas (se tienen documentados casos de longevidad que sobrepasan los 100 años). Tal longevidad es un carácter geneolítico que, sin embargo, debe ser coadyuvado por condiciones vivenciales favorables. En el Imperio romano, hacia el año 1 d. C., la esperanza de vida rondaba sólo los 25 años.
    Desde el momento de la fecundación, el embrión tarda en nacer 9 meses, pasa tres años como infante (dependiendo absolutamente de sus progenitores), de los 4 a los 11 años en las mujeres y de los 4 los 13 en los hombres somos niños (aún dependemos en gran medida pero ya empiezamos a valernos por nosotros mismos), desde esta edad hasta los 18/22 años somos adolescentes (en esta etapa se producen cambios físicos importantes, se marca el dimorfismo sexual y nuestro cuerpo se prepara para la reproducción), de los 18/22 años a los 65 somos adultos (nos valemos por completo por nosotros mismos y estamos en la edad idónea para procrear) y de los 65 hasta la fecha de nuestra muerte somos ancianos (en esta época nuestro cuerpo y nuestra mente empiezan a perder facultades y acabamos volviendo a ser tan dependientes como en nuestra infancia).

    Sexualidad:
      Somos la única especie que se mantiene en estado de celo sexual permanente, de las pocas que mantiene relaciones sexuales cara a cara (lo que implica contenido emocional), nuestra sexualidad se ve reprimida o sublimada en función de factores socioculturales, las mujeres siguen viviendo mucho tiempo tras la menopausia y pueden tener un máximo de 25 hijos, la maduración sexo-genital se produce tardíamente en relación con otras especies, pero en algunas zonas del mundo se está adelantando un poco con respecto a otras épocas.
    Hemos encontrado más información que podría ser de interés, pero hace referencia más a la sexualidad en general que a la sexualidad como un aspecto más del Homo sapiens por lo que hemos decidido dejaros aquí los siguientes enlaces por si queréis consultarlos e incluírla de este modo en nuestro trabajo. Es realmente interesante:
    - La sexualidad humana desde un punto de vista psicológico. 
    - La sexualidad humana: historia y base psicológica.

    El lenguaje:

    El lenguaje humano responde a las siguientes características:

    1. Modo de comunicación: es el canal vocal-auditorio el principal en el lenguaje humano (se produce el mensaje con la boca y se recibe con el oído). También puede darse el canal manual-visual.
    2. Transmisión difundida y recepción dirigida: en el habla se emite un mensaje que se expande en todas direcciones y que puede ser escuchado por cualquiera; sin embargo, el sistema auditivo humano permite la identificación del lugar de donde proviene.
    3. Transitoriedad: el mensaje humano es temporal; las ondas se devanecen y el mensaje no persiste ni en el tiempo ni en el espacio (a no ser que se recoja por escrito, otra habilidad más que nos diferencia del resto de seres vivos).
    4. Desarrollo interlocutivo o intercambiabilidad: un hablante, en condiciones normales, puede tanto emitir como recibir mensajes.
    5. Retroalimentación total: el hablante puede escucharse a sí mismo en el preciso instante que emite un mensaje. Esto es importante para la realización correcta del habla.
    6. Especialización: los órganos que intervienen en el habla, aparte de servir para sus funciones fisiológicas correspondientes, están especializados para el habla.
    7. Semanticidad: la señal se corresponde con un significado en particular. Es un elemento fundamental de cualquier método de comunicación.
    8. Arbitrariedad: no existe correlación entre la señal y el signo. Por ejemplo, los fonemas que crean la palabra "nada" en sí mismos no tienen relación alguna con ese concepto.
    9. Discreticidad: las unidades básicas son separables, sin haber una transición gradual. Un oyente puede oír o «t» o «d», e independientemente de que lo escuche bien distinguirá o una u otra, sin escuchar una mezcla de ambas.
    10. Desplazamiento: puede hacerse referencia a situaciones u objetos que no se sitúan por deíxis, en el «aquí y ahora», es decir, separados por el tiempo o distancia, o incluso sobre cosas que no existen ni han existido.
    11. Doble articulación o dualidad: existe un nivel o segunda articulación en el que los elementos no poseen significado pero sí distinguen significado (fonema), y otro nivel o primera articulación en el que estos elementos se agrupan para tener significado (morfema). Los elementos de la segunda articulación son finitos, pero pueden agruparse de infinitas maneras.
    12. Productividad: las reglas de la gramática permiten la creación de oraciones nuevas que jamás han sido creadas, pero que pueden ser entendidas.
    13. Transmisión cultural: el lenguaje humano es un producto de una evolución histórica y se transmite entre generaciones. Es posible que no se dé en el resto de formas de comunicación no humanas.
    14. Prevaricación: el mensaje puede ser intencionadamente falso.
    15. Función metalingüística: el lenguaje humano permite referirse a sí mismo; se puede decir que "altar" es una palabra masculina, y no se está haciendo referencia alguna al objeto, sino a la palabra en sí.
     
     

Arte y cultura:

 A diferencia de otras especias, cada hombre puede imprimir a sus acciones los rasgos propios de su individualidad; por eso, cuando se analiza un cuadro, una forma de escribir, una manera de fabricar herramientas, etc., se puede deducir quién es su autor, su artífice, su artista.
Paralelamente, también somos la única especie que dedica su tiempo y energía a algo inútil desde el punto de vista puramente práctico. El arte es una de las manifestaciones de la creatividad humana, pero una manifestación vacía y negativa desde el punto de vista de la supervivencia. Si bien, esta actividad en principio dañina, en realidad es la herramienta con la cual desarrollamos nuestra cultura, nuestra unión, y nuestra fuerza como pueblo. Nos divide y separa de unos pueblos; y nos hermana con otros.


Bibliografía:







Esperamos que os haya gustado este trabajo y que os aclare todas vuestras dudas sobre el Homo Sapiens.
¡Un saludo!

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